Buenos Aires - Pedro Aznar.lrc

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[00:41.213]Y la ciudad, ahora, es como un plano
[00:52.606]De mis humillaciones y fracasos;
[00:58.753]Desde esa puerta he visto los ocasos
[01:00.892]Y ante ese mármol he aguardado en vano.
[01:08.665]Aquí el incierto ayer y el hoy distinto
[01:15.938]Me han deparado los comunes casos
[01:21.114]De toda suerte humana; aquí mis pasos
[01:29.032]Urden su incalculable laberinto.
[02:06.143]Y la ciudad, ahora, es como un plano
[02:11.880]De mis humillaciones y fracasos;
[02:17.394]Desde esa puerta he visto los ocasos
[02:22.928]Y ante ese mármol he aguardado en vano.
[02:29.499]Aquí el incierto ayer y el hoy distinto
[02:35.029]Me han deparado los comunes casos
[02:40.821]De toda suerte humana; aquí mis pasos
[02:46.862]Urden su incalculable laberinto.
[02:52.197]Aquí la tarde cenicienta espera
[02:58.029]El fruto que le debe la mañana;
[03:04.385]Aquí mi sombra en la no menos vana
[03:08.342]Sombra final se perderá, ligera.
[04:07.715]Aquí el incierto ayer y el hoy distinto
[04:13.038]Me han deparado los comunes casos
[04:18.815]De toda suerte humana; aquí mis pasos
[04:24.396]Urden su incalculable laberinto.
[04:33.807]No nos une el amor sino el espanto;
[04:39.613]Será por eso que la quiero tanto.
文本歌词
Y la ciudad, ahora, es como un plano
De mis humillaciones y fracasos;
Desde esa puerta he visto los ocasos
Y ante ese mármol he aguardado en vano.
Aquí el incierto ayer y el hoy distinto
Me han deparado los comunes casos
De toda suerte humana; aquí mis pasos
Urden su incalculable laberinto.
Y la ciudad, ahora, es como un plano
De mis humillaciones y fracasos;
Desde esa puerta he visto los ocasos
Y ante ese mármol he aguardado en vano.
Aquí el incierto ayer y el hoy distinto
Me han deparado los comunes casos
De toda suerte humana; aquí mis pasos
Urden su incalculable laberinto.
Aquí la tarde cenicienta espera
El fruto que le debe la mañana;
Aquí mi sombra en la no menos vana
Sombra final se perderá, ligera.
Aquí el incierto ayer y el hoy distinto
Me han deparado los comunes casos
De toda suerte humana; aquí mis pasos
Urden su incalculable laberinto.
No nos une el amor sino el espanto;
Será por eso que la quiero tanto.